Poco sabemos de esta excelente narradora y crítica literaria. Hemos tenido acceso a su obra de narrativa breve a través de sus colaboraciones en la singular revista literaria Rueca, que fundó y editó, junto con otras seis escritoras, bajo la égida de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1941 y 1952. Se trata muy probablemente de la primera revista literaria editada exclusivamente por mujeres en lengua castellana.
Según el Diccionario de Escritores Mexicanos, siglo XX, María Ramona Rey nació en La Habana (Cuba) en 1921 y llegó a México en 1925. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México y contrajo matrimonio con el filósofo y diplomático mexicano Manuel Cabrera Macía, quien fue director de la Casa de México en París de 1945 a 1952. María Ramona Rey lo acompañó, aprovechando la vida en la capital francesa para doctorarse en Letras por el Instituto de Estudios Hispánicos de la Sorbona.
Su obra consiste, hasta donde sabemos, en ensayos, críticas literarias y una pequeña colección de relatos cortos publicados como colaboraciones en revistas mexicanas editadas durante la primera mitad del siglo XX, entre ellas, Tierra Nueva, Letras de México, Novedades y, por supuesto, Rueca. Hay testimonios de que participó activamente en los cafés literarios de los años cincuenta y sesenta en la capital mexicana (por ejemplo, Elena Poniatowska la menciona en su novela Paseo de la Reforma). Sin embargo, su huella se pierde en la segunda mitad del siglo XX y no conocemos la fecha de su deceso.
En tanto que ensayista se interesó en las relaciones entre literatura y filosofía y en la literatura medieval. En su tesis, titulada Díaz Mirón o la exploración de la rebeldía (publicada por el grupo de Rueca en 1947) introduce el concepto de filiarcado como elemento característico del mundo moderno, distanciándose así del tradicional binomio matriarcado/patriarcado. También escribió El libro de Patronio como guía de vida (1945), un ensayo incluido en el libro titulado Del Cristianismo y la Edad Media, publicado por el Colegio de México como consecución de un seminario sobre filosofía medieval dirigido por José Gaos, de quien habían sido alumnas María Ramona Rey y otra de las editoras de Rueca, Pina Juárez.
Entre las colaboraciones de narrativa breve fuera de Rueca cabe destacar «¿Tú das el paso?» (Tierra Nueva, 2, marzo-abril de 1940, 95-97; edición facsímil de FCE de 1982) y “Caracola” (LM, 11, 15 nov. 1941).
Sin embargo, la mayoría de sus escritos, tanto de crítica como de ficción, se encuentran en Rueca, de la que, como dijimos, fue fundadora. Dicha publicación se ha descrito como «uno de los primeros esfuerzos nacionales serios de mujeres jóvenes, estudiantes y escritoras, auspiciado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México», que «hizo frente al inexistente panorama de proyectos editoriales dirigidos por mujeres que no consistieran únicamente en textos sentimentales o dirigidos a mejorar asuntos del hogar». 1
María Ramona Rey era una estudiante de letras de 20 años de la Universidad Nacional Autónoma cuando comenzó la aventura. A través de los artículos y estudios que hablan de la revista y de sus editoras, sabemos también que llegó a ser profesora en la Universidad Femenina. Por sus declaraciones a la investigadora Luz del Carmen Fentanes en los años setenta,2 sabemos asimismo que escribía desde niña. La antología Mujeres de América, que publicó Natalia Gámiz en 1946 también recoge algunos textos de María Ramona Rey.
Sin embargo, no deja de extrañar que no haya quedado un rastro más sólido de una escritora que nos parece tan sobresaliente por el estilo y originalidad de su narrativa, así como por el tino y la profundidad de sus análisis y elecciones como crítica literaria y editora.
¿Qué le sucedió a María Ramona Rey? ¿Por qué no siguió escribiendo, editando y publicando?
Carmen Toscano, la otra alma mater de Rueca, confesó a Fentanes, al preguntarle esta por qué se desintegra el primer grupo de editoras de la revista: «María Ramona Rey se casa y parte a Francia; quizá si ella no se
hubiera ido, la hubiéramos continuado, pero ella era el elemento más activo de la revista». 3
Si fue el matrimonio lo que llevó a esta autora a desaparecer del panorama literario, es muy de lamentar. Sin embargo, la investigadora Elena Urrutia, en un interesantísimo artículo sobre Rueca, da otra clave que puede ser pertinente para entender su desaparición del mundo de las letras, al afirmar que María Ramona Rey «murió antes, mucho antes de que esa discriminación femenina sea abolida».4
Volviendo a su labor editorial, en Rueca desempeñó un papel fundamental hasta casi el final. La revista publicaba poemas, cuentos, ensayos, artículos y reseñas. Reunió colaboraciones de la mayoría de los escritores y escritoras destacados de los años cuarenta y cincuenta en México, así como de toda América Latina, entre los se cuentan nombres de la talla de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Victoria Ocampo o Rosario Castellanos, una de las figuras femeninas —y feministas— más eminentes de las letras mexicanas.
Desde la perspectiva española, la publicación dio asilo intelectual, tras el golpe franquista, a muchos exiliados, como Max Aub, María Zambrano, Juan Ramón Jiménez, Carmen Conde, Concha Méndez o Jorge Guillén, sin olvidar que una de sus editoras fue Ernestina de Champourcín, una de las poetas más destacadas de la Generación del 27.
Rueca también publicó traducciones de autores como Paul Valéry, Jean Cocteau, André Gide, Rainer Maria Rilke, T.S. Eliot, Edgar Allan Poe, Sara Teasdale, Allen Tate o Stefan Zweig. Por último, la revista incluía ilustraciones de artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera o Juan Madrid.
La propia María Ramona Rey explicó así el surgimiento de la revista:
Quisimos demostrar que éramos capaces de hacer buena literatura y, también, que había en México un grupo femenino que podía publicar una revista literaria seria. Esto último es quizá lo más importante. Por lo que representa de avance cultural y de promoción femenina. (…) El concepto generalizado de que la mujer solo excepcionalmente rebasa la mediocridad literaria, de que la literatura es en su vida un desahogo secundario, no digno de tomarse en serio, prevalecía aún en México en 1940, cuando pensamos en editar Rueca, inclusive entre los escritores.
Entrevista con Luz del Carmen Fentanes en 1981
En lo que respecta a su obra narrativa, los relatos de María Ramona Rey pueden situarse dentro de un estilo realista y, en ocasiones, conceptual. Muestran un gran dominio del lenguaje y una preocupación por la palabra que da a su escritura cierto tono poético. Sin embargo, lo más singular es el agudo sentido del paisaje y de la perspectiva de esta autora. El elemento natural cobra vida mediante unas descripciones que podrían calificarse de cinematográficas, en las que la mirada de la autora funciona como una cámara en movimiento que va guiando la mirada de quien la lee. Proponemos a las lectoras y lectores de LíbereLetras dos de estos relatos, en los que se aprecian plenamente estas características.
Fotografía de la autora tomada de Geni.com
Textos de María Ramona Rey en LíbereLetras
Notas
- SOLÓRZANO ESQUEDA, Lilia. 2018. «Las poetas en la revista literaria mexicana Rueca (1941-1952)», Nueva Revista del Pacífico 68, pp. 147-161.
- FENTANES RODRÍGUEZ, Luz del Carmen (1982), Índices de Rueca, tesis de licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas, México, UNAM
- FENTANES RODRÍGUEZ, 1982
- URRUTIA, Elena. 2006. «Rueca, una revista literaria femenina», en Nueve escritoras mexicanas nacidas en la primera mitad del siglo XX y una revista, Instituto Nacional de las Mujeres (Colegio de México), pp. 367-382.
Me encantó todo, el artículo sobre Maria Ramona Rey como también las dos piezas seleccionadas que publican de la escritora. Los felicito por rescatar los esfuerzos literarios de las mujeres que supieron crear un espacio serio para la creación literaria a través de la Revista Rueca
María Ramona Rey, qué gusto que la traigan de nuevo para el disfrute de los lectores de hoy, una escritora que en su tiempo hizo todo lo posible para que las mujeres tuvieran un espacio serio para darse a conocer como escritoras. Me gustaría volver a ver otras publicaciones de María Ramona Rey
Muchas gracias, María Teresa. Me alegro mucho de que te haya gustado. Trataremos de seguir publicando los textos que tenemos de ellas, y estamos abiertas a propuestas y sugerencias también.
Un artículo importante para nuestra familia de una de sus integrantes inteligente, capaz, hermosa, con esa presencia, felicidades por tener la visión atinada para seleccionar personajes interesantes de la literatura que son parte del enriquecimiento cultural nacional.
Sugiero incluyan a su hermana Rosa Rey Romay, mi abuelita.
Muchísimas gracias, Lourdes. Estamos felices de que nuestra publicación haya llegado hasta personas de la familia de María Ramona Rey. Yo la descubrí por casualidad, al comprar un ejemplar de RUECA buscando textos de otra gran escritora, Ernestina de Champourcín, y al leer «Entre los límites», quedé enamorada de la prosa de María Ramona. Si tuvieran ustedes alguna foto mejor de la que figura para incorporar a su semblanza, se lo agradeceríamos mucho, al igual que cualquier otro dato biográfico o literario sobre ella. En cuanto a su hermana, Rosa Rey Romay, no disponemos de ninguna información, pero nos encantará recibir material sobre su vida y su obra, si nos lo pueden proporcionar a través de nuestra página de contacto, o al email propuestas.libereletras@biolibere.es.
Mari Ramona, desde pequeña se distinguió como estudiante, hija de españoles, asimiló el correcto uso del lenguaje.muy convencida de su narrativa que demostró la capacidad de mujeres muy preparadas en el oficio de la escritura, tuvo, ( desafortunadamente), un corto periodo en la revista, pero demostró su capacidad.
Muchas gracias, Alejandra. ¿Sabe algo más de por qué María Ramona dejó la escritura?
ROSA REY ROMAY
Hola como les prometí les presento una pequeña reseña de Rosa Rey Romay, mi madre, y mujer que en la mitad del siglo pasado incursiono en las letras clásicas en Mexico época en la que la presencia de las mujeres en el medio intelectual era muy poca y menos aún apoyada por las instituciones.
Antecedentes familiares
Rosa Rey Romay nació en La Habana Cuba un 5 de marzo de 1920. A la edad de cinco años sus padres oriundos de Galicia España, Rosa Romay Garcia y Benito Rey Doce, se mudaron a México estableciéndose en la capital del país. A los 20 años de edad contrajo matrimonio con el profesor universitario, filólogo Manuel García Pérez con quien procreó una familia de once hijos, sus compromisos como esposa y su intensa actividad como madre familia explican lo breve de su carrera en las letras clásicas y literatura en donde era una brillante promesa.
Desarrollo profesional
Es autora del libro “Horacio como Norma” que presentó como tesis profesional para obtener el grado de Maestra en Letras Clásicas por la Universidad Nacional Autónoma de Mexico, la máxima casa de estudios del país. El libro viene siendo un valioso ensayo por las reflexiones sobre el momento histórico y la perspectiva de la poesía de Horacio y de Virgilio laque no puede dejar de lado, también muy llamativo es la cantidad de fuentes de información consultadas que como dice la autora en esos tiempos muy lejanos del internet y de poca conectividad, era un esfuerzo arduo y que no siempre se veía premiado con todos los materiales solicitados. Por ello hace una mención especial a la Biblioteca Benjamin Franklin y la biblioteca del Congreso de Washington. En su examen profesional obtuvo mención honorífica y le fue otorgada la medalla Gabino Barrera, que distingue a los mejores promedios de una generación. En algunos medios escritos fue comentada la tesis profesional de la autora.
También es coautora junto con Manuel García Pérez, su esposo y mi padre, de un curso de español para enseñanza media. Este curso de español consta de dos libros el teórico y el de ejercicios, que fueron concebidos con mucha creatividad.
También incursiono en los medios de su época. Siendo muy joven desde los 17 años fue colaboradora de un diario de circulación nacional con entregas periódicas y en colaboraciones en publicaciones estudiantiles.
Después de contraer matrimonio dejó de colaborar con periódicos. Y varios años después pudo publicar Horacio como Norma y el Curso de de Español. Y también mucho tiempo después se dedicó a la academia como profesora de español y literatura.
Circunstancia de las mujeres intelectuales de la época
Como muchas mujeres de su época fue el rol del matrimonio que tuvieron las mujeres de supeditarse a la actividad del marido y la dedicación a la crianza de los hijos y la atención del hogar aunado a las pocas oportunidades y falta de apoyo para las mujeres que había en Mexico para el desarrollo intelectual. Rosa Rey Romay no fue ajena a su circunstancia y ello explica que no haya tenido una continuidad, a pesar de sus capacidades, y escalar en el género literario al cual era muy asidua lectora no sólo de los clásicos sino también de literatura.
Profesionalmente cuando sus hijos se hicieron adultos se dedicó a la academia hasta el final de sus días pero ya no retomó lamentablemente el oficio de escribir
Muchísimas gracias, María Teresa